er_killer escribió:
Bueno, pues acabo de terminar ahora mismo el Martin Mystère y, como había predicho ya, no me ha terminado de convencer. Por qué? Ahora mismo os lo cuento...
El argumento está demasiado trillado. A estas alturas, intentar contarnos una historia de la cultura azteca, su relación con una misteriosa máquina y un asesinato, no es suficiente para obtener una buena valoración. Ni siquiera algunos giros medianamente interesantes en la trama han logrado hacerme cambiar de opinión.
Los gráficos están desfasados y tienen unas texturas de muy baja calidad. Los personajes, en especial, son toscos y con unas animaciones corporales malísimas, que los hacen parecer robots. Los fondos no están del todo mal, pero de nuevo no es suficiente para salvar los muebles. En conjunto, el apartado técnico da una muy pobre impresión. Los chicos de Artematica deberán ponerse las pilas en sus futuros proyectos y esforzarse más por adaptarse a los tiempos que corren, si es que quieren sobrevivir en este competitivo mundo.
El sonido, dentro de la mediocridad general del juego, es lo más destacable y en lo que quizá se note un trabajo un poco más profesional (aunque tampoco mucho). La música tiene varias composiciones de gran calidad, alternándose con otros mucho más discretas. Los efectos de sonido cumplen su cometido, pero sin demasiados alardes, sobre todo teniendo en cuenta que, para determinadas acciones, no existe un sonido asignado, con lo cual nos encontraremos con que abrimos una puerta y no escuchamos absolutamente nada. Pero lo más incomprensible es que en otras ocasiones sí. Y esto es aplicable a bastantes más acciones. El de la puerta es tan sólo un ejemplo de muchos. Cuando observemos detenidamente un objeto del escenario, el personaje se limitará a "escribir" en la pantalla lo que está viendo, a no ser que sea susceptible de ser añadido a nuestro inventario, en cuyo caso sí que se tomará la molestia de contárnoslo con su propia voz. Es otro detalle más a añadir a la lista de despropósitos de este desangelado Martin Mystère.
El doblaje es, cómo no, discreto y echo a las prisas. Y no me refiero sólo a la poco brillante entonación de los actores encargados del doblaje, sino también a que se repiten varias voces, incluso en la misma escena. Esto lleva a situaciones realmente grotescas, como cuando escuchamos la voz de Martin y la del quiosquero intercambiando frases y se nota a la legua que es el mismo actor, intentando cambiar, sin éxito, el tono de su voz. Las frases de diálogo son demasiado cortas y se nota un montón que han sido grabadas en distintos momentos. Simplemente las juntan todas y hace un pobre efecto como de "puzzle vocal", con piezas desconexas unidas al azar, una auténtica chapuza en toda regla vamos. Y encima los subtítulos tienen errores bastante graves a la hora de construir las frases, habiendo situaciones en las que a uno le da hasta verguenza ajena del poco cuidado que han puesto.
Los puzzles son todos tremendamente facilones y faltos de imaginación. Ni siquiera las combinaciones de objetos en el inventario supondrán el más mínimo desafío para nosotros. Los diálogos con los personajes son sosos, aburridos y faltos de todo interés. No sé quién habrá escrito los diálogos, pero podría haberse esmerado un poco más y, en todo caso, haber tomado ejemplo de otras aventuras de estilo similar.
Si somos de los aventureros fisgones, que gustan de mirarlo absolutamente todo, sufriremos un auténtico empacho de descripciones de objetos. Hay cientos de ellos repartidos por todos los escenarios y, en especial, en la casa de Martin. Y lo peor no es que sean tantos, sino que casi ninguno servirá para nada útil, salvo para darnos un dolor de cabeza.
De la jugabilidad lo más destacable es su interfaz funcional, sin grandes alardes, pero efectiva. Tendremos sólo tres acciones a realizar: mirar, usar/coger y hablar, que serán más que suficientes para ir avanzando. El inventario está situado en la parte inferior y mediante una tecla podemos hacerlo visible o invisible, según nuestras necesidades. No es que sea demasiado original, pero aquí lo importante es que sea práctico. En algunas zonas, especialmente cuando la cámara se aleja de nosotros y todo se hace mucho más pequeño, cuesta detectar y manipular ciertos objetos y tendremos que peinar cada milímetro de pantalla para poder acceder a ellos. En el resto de las zonas, cuando la cámara adopta un zoom mucho más cercano a nosotros, no tendremos que preocuparnos de ese problema, ya que los objetos tienen un generoso tamaño.
En resumen: una aventura mediocre que me ha dejado una pobre impresión, sobre todo en lo referente a su anticuado apartado técnico, con un argumento muy visto ya, un doblaje poco pulido, unos puzzles fáciles y poco inspirados, una duración muy corta y unas interminables descripciones de objetos inútiles. Mi nota final es un 5,5 y, visto lo visto, parece una nota bastante generosa. No le doy menos porque tiene algunos momentos (pocos) de cierta brillantez y dinamismo, de lo contrario habría sufrido peor suerte.
Qué bien, killer, me acabas de ahorrar una gran parrafada, estoy de acuerdo en absolutamente todo. Sí que me ha hecho gracia que recordaras el doblaje del kiosquero y de Martin, canta una pasada. Juego bastante prescindible, menos mal que ahora estoy jugando al Toonstruck y me lo estoy pasando en grande.
Saludos